Practicar situaciones en las que las personas
se sienten cuidadas y respetadas por los demás favorece las relaciones sociales
y la autoestima.
Hoy en clase,
primero hemos practicado cada uno consigo mismo, y después nos hemos
puesto por parejas para realizar un masaje con una pelotita a nuestro
compañero/a.
Nosotras
pensamos que el mejor momento para realizar esta actividad es al acabar las
sesiones de psicomotricidad.
Al mismo tiempo
que las maestras íbamos nombrando las partes del cuerpo que los
pequeños tenían que masajear, es decir por las
cuales tenían que pasar la pelota, los
pequeños debían controlarla, para que no se les escapara, y a la vez
controlar la presión que ejercen con ella.
Después hemos
cambiado de pareja, y una vez agotado el tiempo de masajes, hemos reflexionado
sobre como nos hemos sentido, y si a los niños les había sorprendido algo.
Con esta
actividad, además de relajarse y disfrutar del momento, permite
establecer vínculos afectivos con los compañeros.
